EL PODER DE TU DIÁLOGO INTERNO: TRANSFORMA TU VIDA CON PALABRAS POSITIVAS
- Jorge Vargas
- 23 ene
- 3 Min. de lectura
Imagínate que caminas por la calle cualquier día y de repente escuchas a alguien decir en voz alta:
“Hoy no voy a ir a trabajar, realmente estoy buscando otro trabajo. Hace mucho calor, y al menos el agua que tomo calma mi sed. El semáforo tarda tanto en cambiar que no puedo avanzar rápido.”
Te detienes, lo observas y piensas: “Tal vez necesita ayuda profesional”. Sigues tu camino y te alejas, pero algo te queda rondando en la mente. ¿Por qué? Porque aunque no lo notes, también tú tienes un diálogo interno constante. Quizás no lo dices en voz alta como esa persona, pero tus pensamientos van y vienen todo el día, y muchas veces son similares a los de ese ejemplo.
Es ese diálogo interno, que llevas repitiendo desde la infancia, el que define los resultados que obtienes hoy. Cuando te dices: "No puedo", automáticamente tu cerebro bloquea cualquier intento de acción. Si te repites: "No valgo", esa afirmación se convierte en una verdad que aceptas sin cuestionar. Pero si te dices: "Disfruto lo que hago", entonces lo experimentas con mayor alegría, fluidez y éxito.
¿QUÉ TAN POSITIVO ES TU DIÁLOGO INTERNO?
Ahora pregúntate:
¿Qué tan positivo o negativo es el diálogo que tienes contigo mismo?
¿Te gusta lo que te dices a diario?
¿Le dirías esas mismas palabras a alguien a quien amas profundamente?
Este tema ha sido objeto de investigaciones fascinantes. Un ejemplo es el trabajo del Dr. Masaru Emoto, quien descubrió cómo las palabras afectan la estructura del agua. En su experimento, Emoto expuso gotas de agua a palabras positivas como “amor”, “gracias” o “alegría” y negativas como “odio”, “mentira” o “molestia”. Bajo el microscopio, las palabras positivas producían cristales hermosos y simétricos, mientras que las negativas generaban formas caóticas y desorganizadas.
Ahora reflexiona: Si las palabras tienen ese efecto en un vaso con agua, ¿qué impacto crees que tienen en tu cuerpo, que está compuesto en un 70% por agua?
CÓMO CAMBIAR TU DIÁLOGO INTERNO
Si quieres transformar los resultados en tu vida, comienza cambiando las palabras que usas contigo mismo. Aquí tienes un ejercicio práctico para empezar:
Toma un cuaderno y escribe durante una semana las frases negativas que te dices. Por ejemplo: "No soy lo suficientemente bueno".
Analiza esas frases y encuentra un patrón. ¿Qué áreas de tu vida estás saboteando con esas palabras?
Reformula cada pensamiento en positivo. Sustituye "No puedo hacer esto" por "Estoy aprendiendo a hacerlo".
Crea una lista de afirmaciones positivas. Léelas cada mañana y antes de dormir. Estas palabras, repetidas con convicción, reprograman tu subconsciente.
Aquí tienes algunos ejemplos:
"No puedo hacer esto" → "Voy a intentarlo hasta que lo logre."
"Siempre me equivoco" → "Cada error es una oportunidad para aprender."
"No valgo lo suficiente" → "Soy valioso y digno de todo lo bueno."
"Nunca tengo tiempo para mí" → "Puedo organizarme mejor para priorizarme."
HAZ UNA PAUSA Y REFLEXIONA
¿Qué palabras usas contigo mismo cada día?¿Son un puente hacia tus sueños o un obstáculo que te detiene?
Recuerda: Lo que te dices influye directamente en cómo te sientes, piensas y actúas. Cambia tu diálogo interno, y cambiarás tu vida.
El diálogo interno es una herramienta poderosa para transformar tu realidad. ¡Aprovéchala! Reflexiona sobre lo que te dices, comparte este blog con alguien que lo necesite y cuéntame en los comentarios: ¿Qué frases positivas empezarás a decirte hoy?
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¡ATRÉVETE A SER TU MEJOR VERSIÓN!
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