¿En qué tiempo vives tu dinero? Pasado, presente o futuro
- Jorge Vargas
- 27 feb
- 4 Min. de lectura
Las personas vivimos en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Cada uno de estos tiempos influye en nuestra vida de diferentes maneras, no solo en lo emocional o mental, sino también en el aspecto financiero. Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre algo que podría cambiar tu forma de manejar el dinero: ¡también administramos nuestras finanzas en estos tres tiempos!
Piensa por un momento en cómo manejas tu dinero:
¿Vives al día, gastando todo lo que ganas sin margen para el ahorro o la inversión?
¿Te has endeudado, comprometiendo dinero que aún no has ganado?
¿O disfrutas de la tranquilidad financiera gracias a decisiones acertadas que tomaste en el pasado?
Veamos cada una de estas formas de vivir el dinero y cómo pueden impactar en tu bienestar económico.
1. Vivir con el dinero del presente
Este es el caso de muchas personas que tienen ingresos regulares, pero que apenas les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas. Su dinero entra y sale rápidamente, sin posibilidad de ahorro o inversión. No tienen deudas, pero tampoco generan riqueza. Esto los deja en una situación vulnerable ante cualquier imprevisto, ya que dependen completamente de su siguiente ingreso.
Ejemplo: Luis trabaja en una empresa con un salario fijo. Cada mes cubre sus gastos básicos, pero no le queda dinero para emergencias o proyectos futuros. Si pierde su empleo, su situación financiera se vuelve crítica inmediatamente.
Consecuencias de este estilo de vida:
Falta de seguridad financiera ante imprevistos.
Estrés por no tener estabilidad económica.
Pocas oportunidades de crecimiento financiero.
Solución:
Establecer un presupuesto que contemple un pequeño porcentaje para ahorro, aunque sea el 5% del ingreso.
Aprender a diferenciar entre gastos necesarios y prescindibles.
Buscar formas de aumentar los ingresos con actividades adicionales.
Construir un fondo de emergencia para tener mayor estabilidad.
2. Vivir con el dinero del futuro
Aquí entra la mayor parte de la población. Son personas que dependen del crédito para mantener su estilo de vida, comprando cosas a plazos sin pensar en que el futuro es incierto. Tener deudas limita su libertad, ya que deben seguir trabajando para pagarlas, muchas veces en empleos que no disfrutan. Cuanto más dinero deben, menos opciones tienen para tomar decisiones financieras acertadas.
Ejemplo: Andrea compró un auto nuevo financiado en 60 meses. Al poco tiempo, tuvo una emergencia familiar que la obligó a usar su tarjeta de crédito. Ahora está atrapada en pagos mensuales elevados que le generan estrés y limitan sus opciones de crecimiento financiero.
Consecuencias de este estilo de vida:
Dependencia de un trabajo fijo para cubrir deudas.
Mayor estrés financiero por la incertidumbre del futuro.
Dificultad para ahorrar e invertir debido a los compromisos financieros.
Solución:
Priorizar la eliminación de deudas de alto interés antes de adquirir nuevos compromisos financieros.
Crear un fondo de emergencia para evitar recurrir a créditos en situaciones imprevistas.
Desarrollar hábitos de consumo responsable y diferenciar entre necesidades y deseos.
Aprender sobre educación financiera para tomar mejores decisiones.
3. Vivir con el dinero del pasado
Este es el ideal financiero. Son las personas que construyeron un colchón de seguridad y que pueden vivir sin preocuparse constantemente por el dinero. Lograron esto gracias a buenos hábitos financieros y decisiones acertadas en el pasado. Su dinero trabaja para ellos a través de inversiones y activos que generan ingresos pasivos.
Ejemplo: Mario, a sus 45 años, recibe ingresos pasivos de inversiones en bienes raíces y fondos de inversión. No necesita trabajar por necesidad, sino por elección. Disfruta su tiempo con su familia y sigue creciendo financieramente.
Beneficios de este estilo de vida:
Libertad financiera y menos estrés económico.
Posibilidad de elegir en qué trabajar sin depender de un salario.
Seguridad y estabilidad para afrontar cualquier situación.
Solución:
Destinar parte de los ingresos a inversiones desde temprana edad.
Crear fuentes de ingresos pasivos que generen rentabilidad a largo plazo.
Mantener una mentalidad de crecimiento financiero y educarse constantemente.
Diversificar las fuentes de ingresos para mayor estabilidad.
Conclusión: ¿En qué tiempo quieres vivir?
Tu realidad financiera de hoy es el resultado de tus decisiones pasadas. Y lo que hagas hoy determinará tu futuro económico.
No importa en qué situación estés, siempre puedes tomar acción para mejorar. El primer paso es la educación financiera. Como coach financiero, puedo ayudarte a lograr una vida más estable y próspera.
Otra manera de mejorar tu vida financiera es aplicando el método VAR:
· Visualizar con claridad tus metas financieras.
· Actuar con determinación para lograrlas.
· Resistir con disciplina ante las tentaciones de gasto innecesario.
Este método lo analizaremos en profundidad en otro blog, ¡así que mantente atento!
Te invito a reflexionar:
· ¿En cuál de estas categorías te encuentras?
· ¿Qué puedes hacer hoy para mejorar tu situación financiera?
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¡El mejor momento para tomar el control de tus finanzas es ahora!
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